Imagina una cala que combina aguas cristalinas, rincones rocosos ideales para bucear, restaurante con encanto y un ambiente relajado en pleno corazón de la Costa Blanca. ¿Suena bien, no?
Pues este sitio es la Cala l’Andragó en Moraira. Un pequeño tesoro de la Marina Alta que conquista tanto a viajeros como a locales que han encontrado su refugio favorito. Hoy te contamos todo sobre esta joya que te volará la cabeza nada más pongas un pie en ella. ¡Vamos a ello!
Llegar a Cala l’Andragó es muy sencillo, ya que la cala se encuentra a escasos 2 km del sur del centro de Moraira, siguiendo la carretera CV-746 que bordea la costa y regala unas vistas que harán que saques el móvil en cada curva.
En coche, desde Alicante tardarás unos escasos 50 minutos, y desde Valencia más o menos una hora y cuarto. Solo tienes que poner en el GPS Cala l’Andragó Moraira, porque si pones solo Andragó llegarás a otro sitio aunque con nombre parecido, y ese no es el plan.
Otra alternativa es ir caminando o en bici. Si estás en Moraira, puedes seguir hacia el sur por la senda costera. El trayecto es corto, agradable y con un olor a mar de esos que abren el apetito, ideal si después piensas comer en alguno de los chiringuitos que ofrece esta cala.
Lo mejor del camino es que, aunque vengas con el objetivo de llegar rápido, acabarás parando millones de veces para mirar las vistas que ofrece el horizonte. Y créeme, es parte de la experiencia.
La magia de Cala l’Andragó no está solo en tumbarse al sol, sino en cómo combina el relax con actividades para todos los gustos.
Esta cala ofrece actividades de snorkel, ya que sus aguas cristalinas y fondos rocosos invitan a ponerse las gafas y descubrir un mundo submarino lleno de peces de colores. No hace falta ser un pro del snorkel, solo basta con meter la cara en el agua para observar todo lo que ofrece el fondo marino.
El paseo marítimo es otra de las actividades que no te puedes perder. Es perfecto para dar un paseo al atardecer, con ese puntito romántico digno de película. Además, podrás disfrutar de la gastronomía local, ya que hay varios bares y restaurantes donde disfrutar arroces, pescados frescos o simplemente una cerveza mirando al horizonte.
No puedes olvidarte de hacer actividades de relax en su mayor esplendor porque a veces no hacer nada es el mejor plan que puedes hacer. Y en Cala l’Andragó, no hacer nada se ve más bonito.
El aparcamiento en Cala l’Andragó es cómodo, algo que no se puede decir de todas las calas de la Costa Blanca.
Ofrece una zona de aparcamiento habilitada a pie de cala, gratuita en temporada baja y sin complicaciones. Aunque sin llegar en temporada alta, es mejor madrugar un poco o ir por la tarde cuando la jornada playera empieza a despejarse.
Otra opción es dejar el coche en Moraira y bajar andando por el paseo que dura unos 20 minutos y podrás disfrutar de las vistas que hacen que el trayecto haya merecido la pena.
En cuanto al acceso, no esperes una caminata complicada, ya que la cala está al ras de carretera, con acceso adaptado y fácil incluso si llevas silla, nevera o hasta un flotador tamaño unicornio.
Aunque la cala es pequeña, está bien equipada para que no te falte de nada mientras estés allí.
La cala cuenta con chiringuitos y restaurantes a pie de playa, donde los arroces son casi religión; además ofrece una zona de descanso con terraza para tomar algo pero sin ensuciarte con la arena.
Existe una zona de rocas donde los más pequeños, y no tan pequeños, pueden entretenerse buscando cangrejos como si fueran exploradores profesionales. Pero no te preocupes, también hay accesos cómodos y adecuados para las familias.
En Cala l’Andragó cada estación tiene su propio encanto. En primavera y en otoño, encontrarás menos gente, unas temperaturas más suaves y aguas apetecibles dependiendo de lo que marque el termostato.
En verano encontrarás un ambiente animado, días más largos y ese punto de fiesta mediterránea. Pero, tendrás que madrugar si quieres poner la toalla en primera línea de playa.
El invierno también ofrece planes. Es perfecto para pasear, tomar una caña frente al mar (lleva abrigo, eso sí) y sentirte dueño de un paisaje prácticamente exclusivo para ti.
Entre los consejos que nunca fallan, si vas a explotar las rocas pero no quieres correr peligro de caída te recomendamos que lleves unos escarpines. Pero si eres de los que prefieren disfrutar de una postal submarina, recuerda llevarte también tus gafas de snorkel.
En el caso de que planees quedarte a comer, te aconsejamos que hagas una reserva con antelación, sobre todo si es temporada alta, ya que todo el mundo quiere esa mesa con vistas.
Y por supuesto, recuerda el protector solar y la botella de agua, para evitar posibles disgustos de última hora que estropean tu estancia.
Cala l’Andragó cuenta con todo lo que uno pide para unas vacaciones perfectas. Tiene ese aire de cala escondida pero acompañada de todas las comodidades, agua transparente, buena comida y un ambiente relajado sin masificaciones exageradas.
Si quieres que tu visita llegue al nivel máximo de disfrute, recuerda que necesitarás un alojamiento que merezca la pena. Contacta con nosotros para reservar tu apartamento en Moraira con todas las comodidades. ¡Te esperamos!
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